Sin afluente de oportunidades
El litoral pacífico comprende los departamentos de Chocó, Valle, Cauca y Nariño.
[endif]--El municipio de la Tola está ubicado en el departamento de Nariño a 460 Km de la capital, Pasto, al sur occidente de Colombia. Tiene una altitud aproximada de 20 metros sobre el nivel del mar, una población de un poco más de ocho mil habitantes1, quien en su gran mayoría son afrodescendientes y raizales de varias generaciones que han permanecido en este territorio desde antes de que se convirtiera en municipio y dejara de ser la inspección de policía San Juan del Charco, ahora municipio vecino de La Tola.
Aunque es mucho más pequeño que la Capital del Valle del Cauca, Cali, La Tola posee una riqueza material incalculable en el ámbito de biodiversidad, bañada al occidente por el océano pacífico, una gran extensión boscosa, por sus manglares, guandales y quebradas que a su vez alojan una variedad de fauna exótica. Estos recursos aportan también en la economía local de la región con actividades forestales, agrícolas y pesqueras.
Los toleños no cuentan con universidades o con colegios de grandes estructuras, su territorio es en 45 por ciento zona rural y el nivel de pobreza de la población es de 91.27 por ciento, según el índice NBI (Necesidades básicas insatisfechas). Esta situación se evidencia en el número de hogares con hacinamiento crítico, vivienda inadecuada, ausentismo escolar y servicios públicos inadecuados.
Es quizá por esta situación económica que hace que los toleños se desplacen a otros territorios como Buenaventura y Cali en busca de mejores oportunidades para definir situaciones académicas y laborales, a esto se suma que La Tola ha sido protagonista de desplazamientos forzados por presuntos miembros de grupos armados ilegales que incursionan en las veredas del municipio, según Accion Social y el Departamento para la Prosperidad Social (DPS) estos agentes han migrado a Guapi y Popayán en el departamento del Cauca y Cali en el Valle.
Muchos de los campesinos de la región han optado por hacer de los cultivos ilegales su forma más fácil y rápida de generar ingresos económicos, porque según ellos es muy difícil vender cacao, plátano, madera, pescado y mariscos en zonas aledañas, que también tienen la misma actividad o enviarla al centro del país por los altos costos de acarreo, puesto que la forma más efectiva de transporte es el fluvial tanto de carga como de pasajeros.
El puerto de Buenaventura abastece al municipio en cuanto a víveres, abarrotes, enseres del hogar, repuestos para motores de luz y embarcaciones, pero los costos del trayecto son altos y no hay rutas e itinerarios establecidos de las pequeñas lanchas con motor que salen de La Tola de manera esporádica o con cupo completo de pasajeros; situación que se presenta por la ausencia de vías terrestres que conecten la población con el resto del departamento.
Situaciones que se presentan a diario a lo largo del litoral pacífico, que obliga la migración masiva de habitantes de estas regiones a grandes ciudades como Cali, que se convirtió en la segunda ciudad con mayor población afrodescendiente del país y que constantemente recibe concentraciones de raizales de dicha costa en diferentes comunas del oriente de la ciudad, que vienen en busca de oportunidades laborales, educativas y culturales.
La vida de los toleños está en las olas de la mar, a la espera del afluente de las oportunidades en pro del crecimiento económico, social y cultural del municipio, para no tener que desprenderse de sus creencias, ritos y prácticas propias que sus ancestros han tratado inmortalizar de generación en generación.
1 Cifras tomadas del DANE.
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